Ruta de agua por el Rio Chillar hasta el Vado de los Patos en Nerja.
Inicio de la ruta del río Chillar
Distancia: 14 Kilómetros desde el
aparcamiento municipal de la calle Mirto, ida y vuelta hasta la
Cascada del vado de los Patos o poza de la Cascada.
Tiempo: 6.30 horas
Imprescindible bañador y escarpines, zapatillas de deporte o botas de senderismo viejas que puedan desecharse si
resultan perjudicadas, porque se van a mojar bien.
La ruta por el río Chíllar, en
Nerja, es quizás una de las rutas veraniegas más frecuentadas de la zona. Al
tratarse de una ruta que se realiza íntegramente por el cauce del río, supone
una buena alternativa para realizar una caminata evitando las altas
temperaturas del verano. La ruta no tiene pérdida ninguna, y lo único que
debemos seguir es el cauce del río.
El río Chíllar pertenece al
Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, y está localizado en la
parte más oriental de la provincia de Málaga, entre las bellas localidades de
Nerja y Cómpeta. Podemos acceder al comienzo de la ruta desde la misma ciudad
de Nerja. A través de la N-340,
que cruza la localidad, deberemos subir por la Avenida de la Constitución casi
hasta su final, donde veremos una torre de alta tensión a nuestra izquierda,
calle por la que deberemos girar (calle Mirto, aunque en Google Maps aparece
como Camino de los Almachares). A partir de aquí solo tenemos que seguir el
camino, al principio asfaltado y después de tierra, hasta llevarnos y tras
pasar bajo la A-7,
donde encontraremos la antigua Fábrica de la Luz.
Se inicia de la ruta, junto a la
cantera donde encontramos una barrera que impide el acceso rodado, al comienzo
de la ruta no encontraremos mucha agua, pero poco a poco comenzaremos a ver, e
incluso cruzar, los primeros riachuelos, caminamos rodeados de pinares y zonas
de cañaveral, así como de otras especies vegetales propias de ribera. Las
aguas por las que pasamos, son
transparentes, frescas y azuladas, y es al segundo kilómetro cuando empezaremos
a disfrutar plenamente de la belleza de esta ruta, introduciéndonos poco a poco
entre altas paredes con el agua hasta los tobillos. No obstante, en ningún
punto de la ruta el agua es tan profunda como para pasar la altura de las
rodillas.
En poco tiempo veremos una
cascada donde ya nos podremos dar un primer chapuzón, y a partir de este punto
las pozas de agua cristalina se van sucediendo a través de toda la ruta aunque
siempre son de poca profundidad. También, a mitad de camino, disfrutaremos de
lo más bello de esta ruta, el rio discurre encajonado entre paredes de marmol
de unos 15 a 20 metros de altura y con una anchura inferior a los dos metros,
se trata de los famosos Cahorros del río Chíllar por donde pasaremos
encajonados.
Superada la parte más estrecha
del cahorro, el cauce se ensancha nuevamente, formándose una gran poza.
Proseguimos el camino. El cauce comienza a estrecharse y nos encontraremos nuevamente en unos cahorros un poco mas
pequeños que los primeros pero igual de impresionantes. A partir de este punto,
el cauce del río se hace algo más abierto y más pedregoso, lo que hace
levemente más dificultoso el avance.
El tramo final de nuestra ruta,
el cual alcanzamos cuando llevamos recorridos aproximadamente seis kilómetros
desde nuestro punto de partida, es el más dificultoso debido a la presencia de
grandes rocas y algunos saltos de agua.
Una vez superados, llegamos a la
denominada “Poza de la Cascada”
o “Vado de los Patos”, donde como su nombre indica, una cascada de unos tres
metros de altura, vierte sus aguas a una poza. Este punto, marca la frontera
entre el denominado Chillar bajo, de pendientes dulces y muy frecuentado por
turistas y bañistas, y el Chillar alto, mucho mas agreste y dificultoso de
remontar. Como es de rigor, no podemos hacer otra cosa que bañarnos en la poza
y meternos debajo del chorro de agua de la cascada.
Tras un rato en la zona, y después
de reponer fuerzas como es debido con un suculento bocadillo, emprendemos el
regreso, siguiendo el mismo camino en sentido inverso.
Si decidimos continuar nuestra
ruta, debemos tener en cuenta que el cauce comienza a ascender y a hacerse más
abrupto entre rocas y pequeños saltos de agua. En este punto el río gira a la
izquierda, en continuo ascenso y por un cauce algo más salvaje, con un extenso
pinar a nuestra izquierda. Esta parte es menos frecuentada, y en algunos tramos
nos veremos obligados a salir del río para evitar algunos pasos más complicados
a través de unos pequeños senderos que encontraremos a ambos lados del cauce.
Desde aquí podremos llegar hasta la presa (lugar más cercano al nacimiento del
río). Si decidimos realizar esta versión de la ruta llegaremos hasta los 9
kilómetros, teniendo que sumar la misma distancia para llegar al punto de
inicio deshaciendo nuestros pasos.
Empezamos a andar desde el aparcamiento municipal que hay en la calle Mirto, donde vemos las zapatillas que han desechado algunos de los muchos que hacen esta ruta.
Bajamos toda la calle hasta enlazar con el camino encementado que va por debajo del puente de la autovía.
Empezamos a andar desde el aparcamiento municipal que hay en la calle Mirto, donde vemos las zapatillas que han desechado algunos de los muchos que hacen esta ruta.
Bajamos toda la calle hasta enlazar con el camino encementado que va por debajo del puente de la autovía.
Empezamos a ver el agua.
El lecho del río es muy pedregoso, por lo que son imprescindibles las zapatillas para no dañar los pies, nosotros fuimos con escarpines y la verdad que nos fueron muy bien.
Llegamos a central electrica, desde esta zona sale la senda que sube al pantano por la acequia, pero nosotros seguiremos el cauce del río.
Empiezan los primeros cahorros, es una pasada como el río se encajona entre estas paredes.
Las paredes son de marmol.
La verdad que el paisaje es precioso, en Agosto y en Malaga no se espera uno encontrar este paisaje tan verde.
Estamos llegando al Vado de los Patos que es hoy nuestro destino.
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