Ruta
que hizo Carlos V desde Jarandilla de la Vera hasta el Real Monasterio de Yuste
que fue su última morada.
Lugar
de partida: Parador de Turismo Jarandilla de la Vera, antiguo Palacio de los
Condes de Oropesa.
Lugar de llegada: Monasterio de Yuste Cuacos de Yuste.
Distancia: 10 kms Ida aproximadamente.
Duración estimada: 3 horas.
Dificultad: Baja.
Estado del firme: Bueno.
Fuentes: 2
Tipo de recorrido: Lineal.
Época recomendada: Todo el año.
Posibilidad de realizar: A pie, bicicleta o a caballo.
Lugar de llegada: Monasterio de Yuste Cuacos de Yuste.
Distancia: 10 kms Ida aproximadamente.
Duración estimada: 3 horas.
Dificultad: Baja.
Estado del firme: Bueno.
Fuentes: 2
Tipo de recorrido: Lineal.
Época recomendada: Todo el año.
Posibilidad de realizar: A pie, bicicleta o a caballo.
UN
POCO DE HISTORIA:
El 3
de febrero de 1557, el Emperador Carlos V inició el que hoy sabemos fue su
último viaje.
El Emperador llegó a Jarandilla el 12 de noviembre de 1556 atravesando la Sierra de Tormentos y permaneció en el Palacio de los Condes de Oropesa durante los tres meses que tardaron en finalizar las obras del Palacio de Yuste, edificación adosada a la Iglesia del Monasterio y orientada al sur, siguiendo los planos enviados por el mismo Emperador con el fin de que se asemejara lo máximo posible a su casa natal en Gante.
Recorrió la distancia que une Jarandilla con Cuacos de Yuste acompañado por su amigo el Conde de Oropesa, que tan gentilmente le había hospedado en su casa, su mayordomo D. Luis Méndez de Quijada y su secretario D. Martín de Gaztelu (ambos permanecieron con él hasta el final de sus días, el 21 de septiembre de 1558; junto con cincuenta servidores más entre cocinero, cervecero, barbero, relojero, panadero, etc. Que seleccionó para su atención personal.
El Emperador llegó a Jarandilla el 12 de noviembre de 1556 atravesando la Sierra de Tormentos y permaneció en el Palacio de los Condes de Oropesa durante los tres meses que tardaron en finalizar las obras del Palacio de Yuste, edificación adosada a la Iglesia del Monasterio y orientada al sur, siguiendo los planos enviados por el mismo Emperador con el fin de que se asemejara lo máximo posible a su casa natal en Gante.
Recorrió la distancia que une Jarandilla con Cuacos de Yuste acompañado por su amigo el Conde de Oropesa, que tan gentilmente le había hospedado en su casa, su mayordomo D. Luis Méndez de Quijada y su secretario D. Martín de Gaztelu (ambos permanecieron con él hasta el final de sus días, el 21 de septiembre de 1558; junto con cincuenta servidores más entre cocinero, cervecero, barbero, relojero, panadero, etc. Que seleccionó para su atención personal.
EL
RECORRIDO:
La
ruta en sí es un cómodo sendero para disfrutar de la naturaleza de la Vera, en
la que podemos deleitarnos con el rumor de la Garganta Jaranda al comienzo de
nuestro recorrido, al salir de Jarandilla de la Vera, y disfrutar de las
maravillosas vistas a la sierra. Veremos pequeñas plantaciones de pimiento y
tabaco, al igual que higueras, olivos, cerezos, tampoco faltan robledales, brezos
y jaras.
Aldeanueva de la Vera, será el segundo pueblo que atravesaremos, donde podremos refrescarnos en la peculiar y afamada fuente de los Ocho Caños, desde el puente el Tejar disfrutaremos de la garganta los Guachos donde los pinos, alisos, fresnos y chopos nos envolverán con un suave abrazo.
Cuacos de Yuste, serán casi el fin del itinerario, disfrutar de su arquitectura típica es un auténtico deleite para la vista y los sentidos, el pueblo está pues, declarado Conjunto Histórico-Artístico, en la subida al Monasterio de Yuste encontraremos el Cementerio Alemán, lugar rebosante de paz y tranquilidad, en el que están enterrados alemanes de la I y II Guerra Mundial.
En definitiva, la ruta es un recorrido encantador y muy fácilmente disfrutable, gracias a la espectacular naturaleza y a la amabilidad de sus gentes, ideal para compartir en compañía de familia o amigos.
Aldeanueva de la Vera, será el segundo pueblo que atravesaremos, donde podremos refrescarnos en la peculiar y afamada fuente de los Ocho Caños, desde el puente el Tejar disfrutaremos de la garganta los Guachos donde los pinos, alisos, fresnos y chopos nos envolverán con un suave abrazo.
Cuacos de Yuste, serán casi el fin del itinerario, disfrutar de su arquitectura típica es un auténtico deleite para la vista y los sentidos, el pueblo está pues, declarado Conjunto Histórico-Artístico, en la subida al Monasterio de Yuste encontraremos el Cementerio Alemán, lugar rebosante de paz y tranquilidad, en el que están enterrados alemanes de la I y II Guerra Mundial.
En definitiva, la ruta es un recorrido encantador y muy fácilmente disfrutable, gracias a la espectacular naturaleza y a la amabilidad de sus gentes, ideal para compartir en compañía de familia o amigos.
La garganta. |
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